Por Álex Oses
La Puntual es una mercería que regenta la misma familia desde hace
muchas generaciones. Su actual titular, el Sr Esteve, con los muchos
años de servicio se ha granjeado una buena y fiel clientela.
“Ring, ring” (suena el teléfono)
- Buenos días.
- ¿Quiere V. vender mucho más?
- Claro.
-¿Sabe V. que el futuro es Internet?
- Eso dicen.
- Pues entonces nosotros somos la solución. Somos
Ofertaplusplus
y tenemos una BBDD de más de 500.000 registros a los que cada día
martirizamos, ¡huy, perdón!, les ofrecemos las mejores ofertas de los
mejores comercios, como el suyo, y precisamente ahora tenemos una
vacante en su sector.
- Oooooh…
-Además, es gratis, sólo nos quedamos un 30% de lo que se venda.
- ¿Un 30???? ¡Caramba!
- Pero piense que además, y sobre todo, les estamos haciendo una magnífica publicidad de su local.
- ¡Aaah!
-Solo tiene que darnos una lista de 3 productos y con un descuentos de un 75%.
- Perdón, ¿cuánto a dicho V.?
-Un 75% .
- Y yo, ¿qué gano?
(Música de fondo)
- Sr., Sr., que le pregunto qué gano.
- Pues una magnífica publicidad y gran tráfico de público para su establecimiento de telas.
- Esto es una mercería.
- Así pues, esta tarde le llamo y me da la lista y precios de los 3 productos.
- Bueno…
El Sr. Esteve estaba alucinado. Quién le iba a decir a él que se introduciría en el mundo del
e.comerce. Se sentía como Bill Gates. ¡Qué caramba, hay que estar a la última! Ya empezaba a ser hora de modernizarse.
Llego a casa, donde se encontró con su esposa que acababa de llegar
de la oficina. Eufórico, le contó que estaban a punto de iniciarse en el
mundo del
e.comerce.
- ¿Ah, siiii?… ¡Cuenta, cuenta…!- dijo su esposa.
- Pues verás, me han llamado de
Ofertapluplus… (le contó, lo de la BBDD el descuento etc..).
- ¿Estás seguro?
- ¿Por qué?- decía Esteve- al fin y al cabo tengo previsto
hacer el descuento con el stock que no vendemos ni a tiros y si nos
sirve para que nos conozca mas gente, pues mejor.
- No sé… hay algo que no me cuadra-concluía la esposa-.
Comieron y, como cada día, el Sr. Esteve echó la siesta, y empezó a soñar
“Entraban muchas personas a la tienda, muuuchas caras nuevas que se
mezclaban con las clientas de siempre… ¡Qué sensación tan maravillosa!,
¡qué triunfo!… Pero las caras nuevas iban muy rápido y venían con un
papel de
Ofertapluplus y se llevaban el producto y no
daban tiempo al Sr. Esteve de explicarles las virtudes de su
establecimiento. En cuanto a las caras conocidas, reinaba el estupor.
¿Qué era eso?. Sras. que toda la vida habían comprado en la Puntual no
sabían lo que pasaba
- ¿Qué está pasando?, preguntó la Sra. Pardo.
Esteve no sabía que decir…”
Se despertó sudando
A las 16.30h, como cada día desde 1817, “la Puntual” abrió sus puertas.
A primera hora de la tarde no venía mucha gente y el Sr Esteve tenía
tiempo para pensar… y pensó cómo combinar la posibilidad de
Ofertaplusplus con la fidelidad de las clientas de toda la vida.
- Eureka!!!!! Pongo una góndola con los tres productos que oferto en
Ofertaplusplus, anuncio que es stocks antiguo y lo vendo al mismo precio que en Ofertaplusplus. Ninguna clienta se me puede quejar.
“Riing, ring”.
- ¡Soyyyyy de
Ofertaplusplus!. ¿Ya tiene los tres productos que hemos comentado?.
- Pues sí, verá son A, B y C.
- Pero eso es muy antiguo
- Claro, no pretenderá V. que haga un descuento del 75% sobre los productos de esta temporada.
- Pero recuerde que es una magnífica oportunidad para dar a conocer su establecimiento de lámparas.
- ¡Merceríííía!
- Sí, perdón. Recuerde que tenemos una BBDD de 500.000
registros a los que les vamos a enviar su oferta y por tanto que
conocerán su umm…mer…cería. Sería mucho más caro que lo hiciese con
publicidad convencional.
- Ya, pero en ese caso, no estaría poniendo el riesgo el
buen nombre de “la Puntual”. Después de muchas generaciones hemos
conseguido que la gente venga por nuestra atención, variedad,
conocimiento y precios justos. Si tengo que hacer descuentos del 75%
para que vengan, no nos van a recordar como los expertos, sino como los
de la oferta, y sin oferta no vendrán.
El Sr. Esteve puso una gran góndola en un sitio bien visible de la
tienda vendiendo el antiguo stock a muy buen precio. Además, con el 30%
de ahorro, abrió un página de Facebook donde puedo hacer un concurso de
“pequeños trucos de la mercería”, en el que las clientas que
participaban optaban como premio a un viaje a las Canarias.
Nota del autor:
Con esta reflexión no quiero decir que las plataformas de
descuentos sean necesariamente perjudiciales para sus anunciantes, ni
mucho menos, hay infinidad de productos que pueden beneficiarse de su
inmensa capacidad de contacto. Sin embargo, bien sea por su novedad o
por la crisis actual nos encontramos con curiosas ofertas como
descuentos del 70% en operaciones oftalmológicas o políticas de
captación que ponen en grave peligro el posicionamiento de la empresa y
la fidelidad de los clientes. Sólo pretendo abrir una reflexión de quién
y cómo deben utilizar estas plataformas.
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